MISIÓN

UNA MISIÓN ARRAIGADA EN EL CORAZÓN DE CRISTO

"La misión no sólo es acción sino pasión y compasión. Como María, seamos para nuestros contemporáneos una presencia cordial, sensible a los sufrimientos y angustias, portadoras de esperanza" (C.G 2011).

Las Hijas del Corazón de María, por carisma estamos llamadas a ser signo del Corazón de Dios en medio del mundo, a ser su presencia de amor misericordioso que transforma con la vida, la oración y la acción apostólica.

Por misión, las Hijas del Corazón de María tenemos la responsabilidad y el gozo de ser testigos de Cristo resucitado y de la fuerza liberadora de su evangelio, misión que se concretiza en diversidad de apostolados en favor de la vida y de la persona, de acuerdo con las necesidades de cada tiempo y de cada lugar.

Para poder escuchar sus llamados en medio de nuestras realidades cotidianas, necesitamos permanecer en actitud de discernimiento, atentas al Espíritu que nos empuja a caminar con los otros, siendo contemplativas en la misión.

La disponibilidad que caracteriza el espíritu apostólico de Hijas del Corazón de María nos lleva a responder con prontitud y generosidad a la misión que se nos confíe ya sea en la familia, en la profesión o en actividades sociales, educativas, culturales, orientadas siempre desde una perspectiva evangelizadora y de comunión eclesial, sin embargo independientemente de lo que hagamos o no, nuestro llamado es a la fecundidad del corazón, abiertas al amor y al servicio universal.

"María lleva una vida ordinaria en el día a día de Nazaret, pero en esa vida tan sencilla se deja guiar por el Espíritu que transforma lo ordinario en extraordinario" (Doc Carisma p. 46).

Las Hijas del Corazón de María en el mundo hacemos presencia evangelizadora "inter gentes" a través de experiencias de diálogo intercultural, en colegios, universidades, obras sociales de inserción, centros de salud, casas de acogida, parroquias. En estos espacios se trabaja en comunión con los laicos, al servicio de las familias, los niños, los jóvenes, las mujeres, los ancianos, los enfermos, los migrantes y desplazados, los campesinos y comunidades marginadas.

"Esta disponibilidad para cualquier servicio, corresponde a la llamada personal de Adelaida a ser presencia atenta, abierta y solidaria como María en Caná, en la visitación y en la presentación".